La Universidad latinoamericana ha atravesado por procesos de transformación en las últimas décadas. Por un lado, se ha insistido en la necesidad de conformar una universidad pertinente desde/para América Latina que cree conocimiento que permita solucionar los problemas de su realidad histórica. Por otro lado, siguiendo la corriente de educación internacional, se ha propendido a impartir una educación utilitarista obediente a procesos neoliberales. Nuestro proyecto quiere poner en discusión la importancia de la educación en los procesos políticos de la sociedad entera a partir de la convicción de que como institución es un bien público social.
Por otro lado, las comunidades históricamente excluidas carecen de espacios en donde autorepresentarse y poner en circulación sus contenidos culturales, siendo un problema universal la predominancia de contenidos impuestos por la agenda de medios de comunicación masiva que hacen imposible un ejercicio de doble vía entre productores de contenido y consumidores. Es el caso de la comunidad afrodescendiente del barrio Independencia 2, conocido como “Nigeria” en la isla Trinitaria. Los habitantes de esta comunidad afrontan la estigmatización reproducida en los medios de comunicación masiva, carecen de maneras de visibilizar tanto su producción artística y cultural en el espacio de representación simbólica de la sociedad y además carecen de una casa comunitaria que reúna la enorme diversidad de sus manifestaciones culturales y problemáticas cotidianas.
Estas múltiples violencias imposibilitan una interculturalidad auténtica y así empobrece a la sociedad entera, reproduciendo la colonialidad, limitando la creatividad y haciendo inviable la diversidad artística y cultural. En este sentido, hemos comenzado el proceso de diseñar un proceso conjunto en donde estudiantes y vecinos aprenderán a administrar, mantener, y producir contenidos para un Centro Cultural Comunitario Virtual que utiliza la red local de intranet construida en conjunto y que tiene el nombre de Radioactiva. La puesta en funcionamiento de esta plataforma funciona como catalizador de las experiencias pedagógicas sensibles que posibilitan a nuestros estudiantes encarnar la teoría pero al mismo tiempo pensar en soluciones posibles para articular acciones contrahegemónicas orientadas hacia la democracia radical, para reflexionar sobre cómo hacer posible la autodeterminación de clase y etnia y así revertir los procesos excluyentes de construcción del imaginario social propuesto por el proyecto mestizo de los estados modernos latinoamericanos que tendían a invisibilizar la presencia de poblaciones racializadas. Dentro del barrio, la plataforma también funciona como un disparador del uso del espacio público, teniendo emisiones y programas radiales en vivo.
Las estrategias de trabajo en conjunto y de creación de estos espacios se convierten en mecanismos, sistemas y procesos organizativos que movilizan la reflexión crítica y reflexiva sobre el contexto en el cual se desenvuelve nuestra práctica pedagógica y problematizan los fines y las funciones sociales de la educación, abriendo la puerta para una serie de interacciones que tienen que ver con el encuentro necesario de varios mundos: la academia con la comunidad, el “arte” -entendido de la manera más ortodoxa- con las expresiones creativas de las diversidades, la educación formal con la educación alternativa, la tecnología y sus sentidos, los medios de comunicación y las relaciones de poder que los constituyen, permitiendo movilizar en el uso crítico de estos sistemas las capacidades ciudadanas, las herramientas y conocimientos sensibles de estudiantes y la aproximación de la academia a las
realidades históricas a las que pertenece.
De esa manera, ponemos en discusión el campo de la pedagogía como un campo de disputas ideológicas, pero también el campo de la producción y circulación de contenidos culturales y artísticos como un campo históricamente inequitativo. Ejecutamos un conjunto de prácticas que nos permitan materializar los postulados y prácticas de la educación intercultural, ponemos a prueba una pedagogía descolonial que revierta los efectos paralizadores de la educación conservadora. Para nosotros, es necesaria y urgente la reflexión y la acción que doten de sentido las prácticas docentes y las funciones de la universidad a partir de un “pensar haciendo” que permita acumular la experiencia pedagógica en un contexto concreto